lunes, 25 de junio de 2012

Y como extrañas plantas crecíamos más cuando menos agua y luz existían a nuestro alrededor. ¿Cómo podíamos pretender gustar al resto? Nos conocíamos sin raíces.
En algunos momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigó en el otro. Pero, de cualquier manera, ya era demasiado tarde para nosotros. 
¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles? Así que cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir.
Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano.




Santi Balmes.